SUITE DE LA CIUDAD
de MARIO SANTOS interpretada por MARIO SANTOS
Esta suite es una colección de tres piezas para piano inspiradas en una serie de experiencias visuales y emocionales, concebidas en el lapso de seis días en mayo de 2012.
Improvisación es una obra volátil y ligera que combina la polirritmia de una manera completamente aleatoria. Los ritmos y acentos asimétricos son una consecuencia secundaria de las melodías que se crean por efecto del cruce de manos en el piano. La concebí la primera tarde de aquél mayo desde la ventana de mi estudio, observando los grandes edificios de la ciudad inmersos en la contaminación del aire que van cediendo el paso a la noche volviéndose grises y obscuros en su estructura, pero al mismo tiempo luminosos al encenderse las luces de las oficinas que viven dentro de ellos. Es una evocación de las nubes que desaparecen y el color naranja característico de los atardeceres, la hora pico en la que toda la gente vuelve a casa, cuando el día termina y concluye su rutinario ciclo cotidiano.
Noche de Mayo es una pieza contemplativa. Escrita una de esas noches, esta obra experimenta la posibilidad de armonizar una simple melodía de muy diversas maneras. Con algunos elementos jazzísticos, esta pieza lenta recoge un momento de meditación, una reflexión sobre el olvido y el paso del tiempo. Experimenté una forma libre que no requiere de una recapitulación para concebirse como cíclica; en este sentido es una obra completamente lineal que si bien retoma el motivo principal, nunca aparece idéntico sino transformado, como una propuesta para comprender el tiempo que nunca vuelve, que no da un paso atrás.
Danza detrás del Zócalo es una metáfora sonora. A raíz de un documental musicalizado por encargo en aquellos días que describía a la Ciudad de México en la actualidad, visité el Centro Histórico para recoger los sonidos de la ciudad. En consecuencia, además de recoger y grabar los sonidos reales de la ciudad, se produjo inmediatamente esta construcción rítmica y armónica en mi mente, que refleja el ritmo intrínseco en 6/8 de nuestra música indígena, la irregularidad de acentos producida por los ruidos desordenados de las calles, combinando la politonalidad de algunos pasajes que evocan la insustituible desafinación de los grupos musicales regionales en México, cuyos integrantes parecen tocar en distintas tonalidades. Es una fiel fotografía sonora de lo que se escucha en el corazón y centro ceremonial de lo que hoy es y fue en tiempos remotos, nuestra gran ciudad.
Mario Santos
CIERVA BLANCA
de JOSÉ LUIS ESQUIVEL interpretada por ARGENTINA DURÁN
Cierva Blanca es un poema escrito en el periodo tardío de Jorge Luis Borges. A través de 14 versos alejandrinos, el escritor argentino habla acerca de una criatura que refiere al mito y a la fantasía.
La Cierva Blanca es un animal que reitera su aparición en la literatura desde siglos pasados: en el Salmo 42.1 del Antiguo Testamento, en el mito de Diana y Acteón de Ovidio, en los “lays” de María de Francia, en las baladas celtas de la Inglaterra del siglo XIII y XIV, en el cancionero de Petrarca en el poema CXC, en el soneto renacentista “Whoso List to Hunt” de Thomas Wyatt... así es como insistentemente este animal mítico reaparece en distintas épocas y regiones como un símbolo de epifanía, de alegoría, de esperanza, de belleza, de lo misterioso. A Borges, la Cierva Blanca se le presenta en un sueño a manera de una experiencia contemplativa, una criatura inalcanzable que le permite la reflexión, y que yace en el equilibrio entre la realidad y el sueño, entre el rigor poético y la expresión del mundo interior.
El homónimo poema para piano está compuesto a partir de las 4 estrofas del poema: I. Agreste Balada, II. Segundo, III. Númenes y IV. Del Prado y la Blancura. La forma de la composición musical recorre el sueño de Borges y su material poético. Haciendo uso de armonía post-impresionista que recuerda a Debussy y Ravel, la obra para piano ilustra los pasajes oníricos que el escritor transita. El tema musical que aparece por primera vez en los compases 6-10 canta los primeros versos del poema: “De qué agreste balada de la verde Inglaterra.” Y a partir de esta primera intervención, el motivo se desarrolla hasta encontrar su clímax en el cuarto movimiento para ir desvaneciéndose poco a poco, de la misma manera con la que Borges desdibuja el sueño para dejar un final abierto, para despertar somnoliento.
La piedra angular que sostiene el poema literario y en consecuencia la obra para piano es un anhelo. La cierva ha convocado durante siglos al artista a una experiencia de carácter extraordinario, de esperanza, de estar mejor, de armonizar el mundo interno con el externo. Este poema para piano acude a esa misma convocatoria.
José Luis Esquivel
SPIRA MIRABILIS
Inspirada en el preludio VL257 de Mikalojus Konstantinas Čiurlionis.
de MANUEL VELÁZQUEZ interpretada por ALEX MERCADO
Spira Mirabilis (espiral maravillosa) es el nombre que le dio el matemático Jakob Bernoulli a la espiral logarítmica (espiral en la que las distancias entre los brazos se incrementan en progresión geométrica, a diferencia de la espiral de Arquímedes donde las distancias entre los brazos son constantes), esta espiral contiene la forma de muchos objetos en la naturaleza y el universo: galaxias, huracanes, telas de araña, conchas, el patrón de vuelo de los insectos que se acercan a alguna fuente luminosa son todas expresiones de esta espiral. Bernoulli estaba tan maravillado con esta expresión geométrica que pidió que fuera tallada en su tumba acompañada de la frase Eadem mutata resurgo (Cambiado, resurjo el mismo). Aunque el destino haya decidido que el tallista encargado en grabar la tumba dibujara una espiral de Arquímedes en lugar de la Spira Mirabilis, la fascinación de Bernoulli por esta forma y por su reflejo en el universo es contagiosa, y su idea de identidad a partir del cambio resulta profunda y verdadera: no puede haber identidad sin temporalidad y no puede haber temporalidad sin cambio, sin desarrollo.
Esta pieza utiliza el desarrollo motívico de la música para expresar estas ideas sobre la identidad, al mismo tiempo es un homenaje a la Espiral Logarítmica así como a todas las formas que puedan venir detrás de esta expresión geométrica. Cada una de los movimientos que forman Spira Mirabilis tiene forma de espiral (cada una de las composiciones ejemplifica en música una definición distinta de espiral), y al mismo tiempo la sucesión de las piezas se vuelve una espiral en sí misma al llegar al último movimiento eadem mutata resurgo, que recapitula información de todos los movimientos anteriores. Este juego de espirales está realizado más a base a sensaciones que a matemática y es, por un lado, una aproximación personal a la idea de identidad a partir de la repetición y el cambio y, por otro, una búsqueda para convertir ideas geométricas y preguntas esenciales en artificios musicales.
Al estructurar esta pieza en una forma que es tan recurrente en la naturaleza, la forma musical de la pieza se convierte en uno de los fenómenos en el universo que tienen forma de espiral. Así, los elementos en esta pieza musical se mimetizan con los elementos que describen, y las repeticiones y variaciones cíclicas en la música se transforman en los patrones de espirales que forman a nuestros pensamientos, a nosotros mismos y a nuestro mundo. Si con esto, la pieza logra representar las formas del universo y la naturaleza, o es más bien una segunda espiral de Arquímedes tallada sobre la tumba de Bernoulli, el compositor está satisfecho.
I
Curva plana en movimiento generada por un punto que se desplaza alrededor de un punto fijo alejándose o acercándose constantemente a él.
II
Una curva que forma una serie de círculos que se hacen gradualmente más grandes o más pequeños
III
Un símbolo sagrado que representa el viaje y el cambio de la vida a medida que se desarrolla; tomando un pasaje en forma de laberinto que conduce a la Fuente.
IV
Una curva que emana de un punto, alejándose a medida que se revuelve alrededor del punto.
V
Enrollamiento en una curva continua y gradualmente ampliada (o apretada), ya sea alrededor de un punto central en un plano o alrededor de un eje como para formar un cono.
VI
Enrollamiento o rizo, como la forma de un trozo de pelo enrollado en el dedo, un juguete deslizante, un sacacorchos.
VII
Eadem mutata Resurgo
Manuel Velázquez